El proceso psicodiagnóstico según Siquier de Ocampo, es un proceso que se realiza en un tiempo acotado, en lugar designado previamente para ello, y en el marco de una relación bipersonal (pudiendo tratarse de una familia o de un sujeto) en la que participan dos protagonistas con roles bien definidos: el entrevistador y el entrevistado.
El objetivo será «lograr una descripción y comprensión lo más profunda y completa que sea factible de la personalidad total del paciente o grupo familiar. Asimismo (el psicodiagnóstico) enfatiza la investigación de algunos aspectos en particular, según la sintomatología y las características de la derivación (si la hubiere). Abarca aspectos pretéritos, presentes (diagnóstico) y futuros (pronóstico) de esa personalidad» en el concepto del autor.