La Terapia Familiar está orientada a ayudar a la familia; por lo tanto, el trabajo es con la madre, el padre y los hijos; aunque también puede implementarse sólo con las parejas.
El objetivo consiste en promover el buen desarrollo de las parejas y las familias; ofreciendo herramientas para poder reparar los daños provocados por la mala convivencia y generando una nueva manera de relacionarse entre sí.
Este tipo de terapia es una opción para dar respuesta a las diferentes problemáticas de nuestros tiempos, tales como el estrés, las separaciones y divorcios, las adicciones, el desempleo y las presiones laborales, entre otras; que se suman a las tradicionalmente conocidas.
En este espacio terapéutico, se brindará la ayuda para encontrar una salida saludable, a los avatares de la tan preciada constitución familiar.